sábado, 10 de enero de 2009

Prefiero soñarte: Ángeles Cantalapiedra

Me asusta verte tan virgen, sin huellas ni cicatrices.
… Ahí quieto, esperándome para caminar juntos y descubrir los secretos mejor guardados.
Me asusta jugar contigo y romper el celofán de tus días mientras saltas como un cachorro a mi alrededor para que te dé un instante y tú convertirlo en madurez.
Me asusta pensarte en mis manos y no saber que será de ti, qué será de mí…
Te siento tan niño, tan puro, que me da miedo mancharte, emborronar tus pétalos con mis torpes quehaceres.
En cambio, me dan ganas de acunarte entre mis brazos mientras te crecen las alas de primavera, los trigales en tu tierno verano y recoger tus castañas cuando el otoño nos vista de melocotón y manzana rubí… Así, cuando llegue tu invierno, el calor que me dé tu abrigo me ayudará a decirte ese adiós perpetuo en que se nos va la vida; siempre, diciendo adiós…
No, no me acostumbro a tenerte de niño mientas mis cabellos se pintan de canas y mi piel es surco arado de tantas estaciones curtidas; de verdad que me asusta.
Me asusta verte tan chiquito y descubrirte poco a poco sin saber qué me traerás…
Quizá, por eso y sólo eso, prefiero soñarte porque, si te sueño, dibujaré un mundo a la medida de nuestros deseos… ¿Comprendes, ahora, Año nuevo por qué me asustas?

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